El pasado miércoles 6 de febrero, los alumnos de segundo de bachillerato recibimos el Sacramento de la Confirmación. Para nosotros, dar este paso significa decir “sí” a Dios en nuestras vidas, ahora de forma consciente y autónoma.
La ceremonia se llevó a cabo en la parroquia de Cristo Rey, por la tarde. En este acto tan emotivo, nos acompañaron, además de nuestros padrinos y familiares, algunos miembros del equipo educativo y, por supuesto, las catequistas, quienes durante estos dos años nos han acompañado cada lunes y martes, tras las clases, y que han compartido la Palabra de Jesús con nosotros, preparándonos así, para el Sacramento que en esa celebración recibiríamos.
Las catequesis han sido para nosotros, además de una preparación para la Confirmación, un motivo para la convivencia entre compañeros, lo cual ha permitido el acercamiento entre nosotros, creando una comunidad que ha ido caminando conjuntamente en la fe. Durante estos dos años, todos reconocemos que algo en nuestras vidas ha cambiado. La experiencia de los grupos ha llevado a darnos cuenta de la importancia y necesidad de cultivar nuestra relación con Dios, siguiendo la Palabra del Evangelio como norma en nuestras vidas, siendo solidarios, haciendo el bien al otro. También, este caminar en el proceso de maduración de la fe nos ha permitido descubrir algunas facetas de nosotros mismos que quizás desconocíamos, a abrirnos a los demás, proyectando todo lo bueno que hay en nosotros en favor del prójimo.
Queremos dar las gracias, pues, a todas las catequistas, por su labor y paciencia con nosotros, y por haber contribuido en nuestro proceso de maduración como cristianos y como personas.