En el Colegio Bética-Mudarra de Córdoba, la lectura no es una asignatura más. Es una forma de
aprender, de crecer y de conectar con el mundo. Cada día, todos los alumnos de Primaria y
Secundaria dedican media hora a leer. Y no se trata solo de abrir un libro, sino de abrir una
conversación.
Después de la lectura, los profesores proponen debates, trabajos en grupo y dinámicas que
ayudan a profundizar en lo leído. Así, las historias no se quedan en las páginas: se hacen parte
del aula, del día a día y de la forma de pensar de los alumnos.
Lo mejor es que esta lectura no siempre se hace dentro de clase. En cuanto el tiempo lo
permite, los alumnos salen al exterior y leen al aire libre, en rincones del colegio que invitan a
relajarse y disfrutar. La imagen de un niño leyendo sobre el césped, con el sol en la espalda y un
libro entre las manos, es más que una postal bonita: es la prueba de que leer puede ser
también un placer.
En un entorno así, leer deja de ser una tarea para convertirse en un hábito. Y ese hábito, sin
duda, deja huella.
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